miércoles, 23 de octubre de 2013

Lugares con historia que visitar en Pontevedra (Galicia): Monte do Castro


El Monte do Castro es un magnífico emplazamiento de la cultura castreña situado en la localidad pontevedresa de Ribadumia (Galicia, España) que data aproximadamente del siglo V a.C. Se mantendría ocupado hasta al menos el siglo I d.C. Debido a las fechas que posee se coloca en la etapa prehistórica de la Edad del Hierro. Empezó a recuperarse, trabajándose más a fondo en él, a partir del año 2011. A día de hoy las campañas arqueológicas revelan información maravillosa sobre este arcaico lugar.


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En sus inicios las viviendas y almacenes resultaban ser de materiales que no han sido capaces de perdurar en el tiempo. Forma circular en la planta de todas las edificaciones. Estamos hablando de los siglos V a.C./IV a.C. El suelo muestra signos de ocupación pero sobre todo las famosas marcas de postes clavados. De esta época se dató una cerámica en perfecto estado, al parecer de importación y claro origen mediterráneo. No menos destacar un par de curiosas hachas de cubo de bronce (dibujo de referencia a la izquierda).







Avanzando en edad (siglos III-I a.C.), este poblado empieza a expandirse de manera notable. Se aprecia un pequeño muro en el lado norte de la ladera. Como novedad se construyen las casas a partir de bloques de piedra irregulares. La planta de las mismas puede ser discoidal, como anteriormente, pero también se hallan varias de planta rectangular. Tamaños variables, algunas bastante grandes.


A la izquierda: comparación del tamaño diametral de una de las viviendas conmigo. Puede imaginarse lo grandes que eran algunas.

Aquí se produce una mayor entrada de cerámicas mediterráneas (dicen que púnicas, pero no conseguí una imagen para contrastarlo) al castro, aunque debe recordarse en todo momento que la cercanía del río Umia debió suponer durante varios siglos una excelente ruta de comercio. Se encuentran ornamentos de hueso, vidrio y una gran abundancia de fíbulas de bronce y en general de objetos hechos a partir de este metal. De hecho, los informes de recopilación arqueológica presentan una mayor cantidad de piezas de bronce localizadas frente a las de hierro.



Estructuras unidas entre sí.

Pero la época de máximo esplendor del Monte do Castro se produce en su fase final (siglos I a.C.-I d.C.). Se construye una muralla configurada en determinados sectores por cinco muros adosados. Sirve para proteger y delimitar territorialmente. Ya se hacen distinciones entre las viviendas y zonas artesanales. Además, se crean almacenes con entramados de madera y muros arcillosos, y se sabe que servían para guardar materias primas alimenticias por la cantidad de semillas y cereales hallados en ellos. La sociedad es estamental, pues así lo muestran algunas casas con patio, pertenecientes a los más enriquecidos.

Es sorprendente el descubrimiento de una fíbula decorada con dos leones simétricos (imagen de la izquierda), caracterizada por su estilo claramente del mediterráneo oriental, pero me atrevo a decir que más bien ligada a los pueblos íberos del sur peninsular, tremendamente influenciados por esta tendencia desde hace siglos. Así lo demuestran por ejemplo las figuraciones de estos grandes felinos africanos con fauces abiertas que se encuentran en el sepulcro albaceteño de Pozo Moro (siglo VI a.C.), por supuesto íbero (imagen de abajo). Es curioso también decir que la fíbula posee, al menos junto a uno de los leones, una especie de ornamento cefálico zoomorfo, de hocico alargado, puede que un oso.

León del sepulcro turriforme de Pozo Moro.


No menos impactante sin embargo es la figura encontrada que se fecha en el siglo I a.C. Pese a su deterioro, es muy probable que sea un ídolo y represente un guerrero (imagen de la izquierda). Por tanto, seguramente las gentes de este castro rendían culto a una divinidad ligada a la defensa y a la belicosidad siempre en el sentido de protección. 

Mas el núcleo poblacional tendrá su fin en torno al siglo I d.C. debido a un incendio. Algunos barajan la posibilidad de que fuera provocado por los romanos, que tal vez atisbaban esta aldea fortificada.


Otras fotografías de mi autoría:

La abundancia de pedruscos en esta foto nos advierte de que la zona se utilizó durante tiempo prolongado como cantera. 








1 comentario:

  1. Para que busquemos la forma de ir aprendiendo sobre el el teide que es uno de los más buenos que existen.

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